jueves, 7 de octubre de 2010

De complejos y acomplejados


PRIMERA ESCENA: SHELDON PIDE CON FERVOR NO QUE SU MADRE MUERA, SÓLO QUE DESAPAREZCA. SEGUNDA ESCENA: L AMADRE SHELDON ¡DESAPARECE! TERCERA ESCENA –Y RECUERDE: LA TRCERA ES LA VENCIDA-: SHELDON HA SUPERAO LA DESAPARICIÓN DE SU MADRE –SÓLO ESTÁ EL “PEQUEÑO DETALLE” DE QUE LA HIPERPROTECTORA VIEJECITA SE E APARECE EN LA PRED, EN EL REFRIGERADOR, EN LA PANTALLA DEL TELEVISOR... ¡HASTA EN EL CIELO!- Y CONTINÚA ENAMORADO DE SU PROMETIDA, UNA MUJER, POR CIERTO, IGUAL A SU MADRE.

¿De qué estamos hablando? ¡Por supuesto! Del complejo de Edipo, ese molesto e inconsciente amor patológico que algunos hijos sienten por su mami, al extremo de buscarla en la mujer de su vida, y que Woody Allen dibuja muy bien en “Oedipus Wrecsks”. Y ya que estamos en estos complicados temas, tomando en cuenta que lo complicado es complejo y lo complejo… un “conjunto de ideas, emociones y tendencias generalmente reprimidas y asociadas a experiencias del sujeto, que perturban el comportamiento” –DRAE-, aquí le presentamos una listad ellos, junto con las anécdotas que sirvieron de inspiración para su definición y descripción.

COMPLEJO DE AGAR Y SARA

Tendencia masculina a la simplificación administrativa respecto al concepto de las féminas; sólo existen de dos tipos: las “buenas”, puras e intocables, como la madre; y las “malas”, aptas sólo para la satisfacción sexual y sin derecho a ser amadas.

ORIGEN: del episodio bíblico en el que Abraham toma por “amante” a su esclava Agar, con anuencia de su esposa, Sara, pues no pueden concebir. Cuando Sara engendra a Isaac, Agar es expulsada como una mala mujer.

COMPLEJO DE AQUILES

Tendencia a mostrarse poderoso e invulnerable, para ocultar desesperadamente el “talón de Aquiles” o, lo que es lo mismo, que se es frágil y delicado. También se puede estar escondiendo la impotencia o la homosexualidad.

ORIGEN: de la leyenda de Aquiles, el héroe de La Iliada, al que su madre, Tetis, sumerge en el río de Estigia, cuando bebé, para hacerlo inmortal; como el agua nunca toca su talón, pues de ahí lo sujetaba, se convierte en su único punto vulnerable.

COMPLEJO DE BRUNILDA

Inclinación femenina a ver a su “príncipe azul” precisamente como eso, como el héroe de la película, para después el matrimonio darse cuenta de que el galán en cuestión no era más que un ser humano de carne y hueso, por lo que decide hacerle pagar caro el haberla “engañado”.

ORIGEN: del mito escandinavo de la valquiria Brunilda, quien promete al rey Gunter casarse con él si vence tres pruebas, así que el rey se hace de la ayuda del héroe Sigfrido para superar el reto… sin que Brunilda se entere. Gunter logra vencer y se casa con la valquiria, que más tarde descubre el engaño y lo cobra con la vida de Sigfrido. Con todo y eso, ella decide seguirlo al otro mundo… ¿Quién entiende a las mujeres?

COMPLEJO DE CAÍN

Disposición adversa hacia el benjamín de la familia, que es considerado por el primogénito como el intruso y ladrón de los privilegios que sólo a él pertenecen.

ORIGEN: de la historia bíblica en la que el primogénito de Adán y Eva, Caín, celoso por la preferencia de Dios hacia su hermano menor, Abel, decide resolver el pequeño problema despachándolo con una quijada de burro.

COMPLEJO DE DAFNE

Miedo absurdo de una mujer a tener un encuentro cercano del tercer tipo con el sexo opuesto, en especial si viene con cópula incluida.

ORIGEN: del mito griego de Dafne y Apolo, en el que la ninfa es el motivo de los desvelos y humedades del dios, hasta que un día, en plena huida de los divinos apetitos carnales, Dafne pide ayuda a Zeus; éste la transforma en un laurel… que, a partir de entonces, se convierte en árbol consagrado al dios Apolo. Ironías míticas.

COMPLEJO DE ELECTRA

La contrapartida del Edipo, es decir, la fijación ofuscada y singular de la hija por el padre… o, visto desde otra perspectiva, la debilidad femenina por los “cabecitas blancas”.

ORIGEN: del mito griego de Electra, hija de Armagedón y Clitemnestra, quien sugirió “sutilmente” a su hermano, Orestes, que vengara a su padre matando a sus asesinos, que no eran otros que su madre y su amante, Egisto. Nietzsche tenían razón; “En la venganza, como en el amor, la mujer más bárbara que el hombre”.

COMPEJO DE JUDAS

Impulso a traicionar a quienes se cree que pueden llevarse la “banda de honor” en cualquiera de los aspectos de la vida, dejando al acomplejado en evidencia de su “nula” capacidad. Como diría Iván Ilich: “Muchos miden su éxito por el fracaso de los demás”.

ORIGEN: ¿cuál es la traición más grande que la supuestamente ejecutada por Judas Iscariote contra Jesús de Nazaret?

COMPLEJO DE NARCISO

Estimación excesiva de uno mismo que pide a gritos cantar esa canción setentera que dice: “Soy tan hermoso, ya lo ven; soy tan precioso, ya lo sé; soy primoroso, bello, lindo, soy gracioso. Soy exquisito, yo lo sé; soy tan bonito, miren bien; y soy muy fino, soy… [y aquí puede usted poner el nombre que mejor le acomode]”.

ORIGEN: del mito griego de Narciso, un hermosísimo pastos que ignora su belleza hasta que se inclina en el río para beber. Una vez que ve su reflejo, todo es inútil –y cualquiera que se haya enamorado lo sabe bien-, pues queda cautivado consigo mismo, al punto de lanzarse el agua para reunirse con tan sublime imagen, y muere ahogado.

COMPLEJO DE OTELO

Seguridad absoluta –y angustiante zozobra- de que la “media naranja”, objeto indiscutible de nuestra propiedad, tiene el mal tino de pintarnos el cuerno.

ORIGEN: del drama de Shakespeare, Otelo, que narra la historia del rey moro, quien vive convencido de que su esposa. Desdémona, lo que engaña, para colmo de males, con su amigo Casio; y, como dice la canción: “Los celos no perdonan al agua, ni a las algas, ni a la sal”.

COMPLEJO DE PETER PAN

Búsqueda obcecada de la eterna juventud y de la libertad, así como la negación absoluta de que con los años vienen no sólo las arrugas y las canas, sino también la sabiduría y la plenitud.

ORIGEN: de la historia de James Matthew Barrie, en la que un chico adolescente, Peter Pan, se dedica a jugar y chacotear, además de evitar, a toda costa, abandonar el país de Nunca Jamás, donde nunca jamás se volverá adulto. ¡Qué listo!

COMPLEJO DE WENDY

Ansioso y maternal afán femenino a hacerla de salvavidas del cónyuge, amante, novio, concubino, compañero o simple compañía, no sólo para solventar el complejo de abandono, sino para equilibrar la balanza con el oportuno empeño masculino de continuar siendo niño.

ORIGEN: la misma historia de Barrie, en la que Wendy es la chica protectora que Peter Pan lleva al país de Nunca Jamás para hacerla mamá de los Niños Perdidos y, ya entrados en detalles, también suya.

De cómo el cine se volvió negro


SE LLAMA CINE NEGRO AL GÉNERO CINEMATOGRÁFICO DE CORTE POLICIAL EN EL QUE GENERALMENTE UN SOLO DETECTIVE, ABOGADO O PERIODISTA ACABA CON UNA BANDA, APREHENDE O LIQUIDA AL JEFE DE HAMPONES, EXHIBE LA INEFICACIA DE LAS CORPORACIONES POLICIACAS UNIFORMADAS O SECRETAS, REVELA LA CORRUPCIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, RESCATA SANA Y SALVA A LA HEROÍNA, CASI SIEMPRE BELLA, QUIEN –POR SUPUESTO- SE ENAMORA DE ÉL, Y ÉL –POR SUPUESTO- SE SIENTE ATRAÍDO POR ELLA, PERO RENUNCIA A PROSEGUIR LA RELACIÓN ANTE EL RIESGO DE ENAMORARSE, PORQUE LA DULCE VIDA CONVENCIONAL, ESTABLECIDA Y HOGAREÑA NO ES COMPATIBLE CON LA AZAROSA EXISTENCIA DE UN HOMBRE DURO, ES DECIR, DEL ANTIHÉROE.

LA CLARIDAD DEL NEGRO

Realismo, dinamismo, violencia y una actitud escéptica son sus características principales, y en ellas late casi siempre una voluntad crítica. El cine negro, también conocido como film noir, nació en E.U. en la década de los años 30, como consecuencia del crack financiero del 1929, cuando una súbita caída de la Bolsa de Valores de Nueva York llevó a la ruina a los ricos y a la inopia –pobreza absoluta- a los medianos y pequeños ahorradores en todo el país. La conversión de ricos a pobres, de un día para otro, condujo a miles al suicidio. El cambio de estatus canceló de golpe un largo periodo de euforia económica motivada por la reconstrucción de Europa después de la I Guerra Mundial, que había permitido multimillonarios negocios transatlánticos.

Se llama “cine negro” porque reflejó en la pantalla la negra situación que siguió al derrumbe de valores –los de la Bolsa de Nueva York y los de la moral pública, presa del desaliento- que significó la llamada Gran Depresión –la peor que jamás haya sufrido la Unión Americana-; una crisis que estalló entre 1929 y 1933 con el gobierno republicano del presidente Herben Hoover (1874-1964), y que palió el gobierno demócrata del presidente Franklin Delano Roosvelt (1882-1945) entre 1933-1945 mediante la intervención estatal en la economía –con una política social conocida como “New Deal”, “Nuevo trato”-, pero que el país no superó hasta el fin de la Guerra de Corea (1950-1953).

LA CARA DE LA NEGRURA

El rostro que encarnó la pantalla esos primeros años negros fue el del actor James Cagney (1899-1986), intérprete de papeles duros, como los de policía violento o gánster desalmado, en filmes como El enemigo público –William A. Wellman (1931)-. La actitud y proceder de Cagney expresaron la violencia y el vacío de poder imperantes durante el gobierno de Hoover, cuando el cine negro nadó a contracorriente de las recomendaciones oficiales, pues en 1927 se aprobó –y Hollywood aceptó- el llamado Código Hays de censura. (1)

Otras cintas radicales con que nace el cine negro son Hampa dorada –Mervyn LeRoy (1931)- y Scarface, el terror del hampa –Howard Hawks y Richard Rosson (1932).

El gansterismo en E.U. se había convertido en un fenómeno progresivo que reflejaba el triunfo de lo urbano sobre lo rural. A partir de 1919, cuando la ley Volstead prohibió el consumo, venta y distribución de alcohol, amplios sectores de la sociedad se convirtieron en delincuentes habituales por consumir bebidas alcohólicas en bares clandestinos cuyos propietarios, impedidos para recurrir a la policía o los tribunales para su defensa, eran extorcionados por bandas de gánsters que controlaban también la venta y distribución de espiritosos.

La corrupción se enseñoreaba de la Unión Americana, convertida en primera potencia económica mundial tras la Gran Guerra, con la derrota de Alemania y el grave endeudamiento financiero de Inglaterra y Francia. El crecimiento económico e industrial de 1918 a 1928 generó la primera sociedad de consumo de masas, 30 años antes que en otros países. Esa fase de prosperidad inusitada –que permitió la incorporación de la mujer al trabajo, la entrada de la radio y los electrodomésticos a los hogares, así como el uso generalizado del automóvil- condujo a un enfervorizado culto a la libertad de mercado, al laissez-faire, laissez passer –“dejar hacer”, “dejar pasar”- y a un espíritu empresarial e innovador que, según la ideología del momento, eran los motores del progreso.

OSCURANTISMO AMERICANO

El sueño americano cobró realidad en los triunfadores, entre ellos el “emprendedor” Al Capone (1899-1947) y sus socios, que en la década de los años 20 gozaron de popularidad y admiración. Los mafiosos se constituyeron en una nueva clase social y disputaron el poder a los amos de la industria y el comercio. La corrupción extendió sus tentáculos a toda la administración pública y trascendió que el Partido Republicano alentó negocios dudosos. El vértigo se apoderó de los llamados “locos años 20”. Silente desde su nacimiento, a fines del siglo XIX, el cine estrenó sonido de 1927 con El cantante de jazz –Alan Crosland-. Hollywood constituyó en el mismo año la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.

El cinematógrafo se convirtió en el centro de reunión y espectáculo de masas. El jazz evolucionó del stomp al fox-trot en un proceso natural de aceleración social. Moda y perfumes proyectaron las primeras firmas de los grandes diseñadores, a las que inevitablemente siguió la industrialización del prêt-à-porter.

La prosperidad galopante de la industria y el comercio llevó a extenuantes jornadas de trabajo. Así, tras una escandalosa actuación judicial, fueron ejecutados, en 1927, Nicola Sacco (1891-1927) y Bartolomeo Vanzetti (1888-1927), víctimas de xenofobia y luchas sindicales. Su ejecución fue el contrapunto del auge y el anuncio de que en la cúspide empieza el tobogán cuando el desenfreno no tiene límite. El derrumbe del sistema financiero de 1929 sorprendió a los estadounidenses en el “reventón”. Y el país, víctima de los excesos, se desplomó. La ascensión de Roosvelt a la presidencia fue, en lo inmediato, en rearme moral y económico que ocultó las fisuras del poder, pero dio lugar a una nueva etapa del cine negro, porque, no obstante la voluntad de cambio, la persecución del gansterismo, el inicio de procesos judiciales contra jefes mafiosos y la derogación de la ley seca, en 1933, la violencia continuó.

LA OTRA CARA DE LA NEGRURA

El gansterismo se proyectó en sindicatos, drogas y prostitución. Los pistoleros de la patronal rompían huelgas y perseguían activistas sindicales. El FBI emprendió una dura batalla contra las bandas, pero casi siempre fracasó. El discurso cinematográfico trascendió de gánster a detectives, abogados y periodistas de denuncia social. El rearme militar de la década de los 1930 estimuló la deprimida economía. Empezó a vislumbrarse la salida del túnel de la depresión. Sin embargo, la ocupación de Austria por tropas nazis en 1938 disparó las alarmas. Miles de austriacos y alemanes emigraron en busca de refugio a la Unión Americana. La defensa de las libertades democráticas frente al nazismo se convirtió en preocupación ética. Hollywood aceptó tendencias progresistas en ese sentido; pero el ingreso de E.U. a la II Guerra Mundial en el 1941, tras el bombardeo japonés a Pearl Harbor, sumió nuevamente a la sociedad estadounidense en el desasosiego. A esta época corresponde El halcón maltés –John Huston (1941)-, clásico del nuevo cine negro.

Entonces, el rostro del actor Humphrey Bogarts (1899-1957) encarnó en la pantalla la nueva época del género. Personificó como detective, gánster o periodista a un tipo humano escéptico. Otros actores famosos de la época fueron Paul Muni (1895-1967), Gary Cooper (1901-1961) y Gregory Peck (1916-2003). Pero Bogart, quien trabajó con los mejores directores del momento, fue una estrella que no declinó. Preparó su éxito cinematográfico El último refugio –Raoul Walsh (1941)-, pero lo consagraron John Huston con El halcón maltés y Michael Curtiz con Casablanca (1942). Sus filmes representaron el triunfo del cine sobre el macartismo, porque la declaración de guerra de Corea contra E.U. fue presidida en 1950 por una escalofriante afirmación del ultraconservador senador Joseph McCarthy, quien aseguró que había una infiltración comunista en el Departamento del Estado. Esa afirmación desató la llamada Guerra Fría. El ambiente social se enrareció ante el miedo nuclear, el más primario anticomunismo y el aumento constante de la delincuencia, que encontró nuevas imágenes e historias en el cine negro, el cual sentó nuevas bases entre 1941 y 1945.

Surgieron después múltiples vías de desarrollo, porque el cine negro como género ya reconocido, se convirtió en refugio de escritores, directores y actores perseguidos por el macartismo, y porque algunos de sus más comentados filmes fueron instrumento de denuncia de la represión ideológica.

LAS 20 IMPRESCINDIBLES DEL FILM NOIR

1. Sunset Blvd., Billy Wilder, 1950.

2. M, Joseph Losey, 1951.

3. The Third Man, Carol Reed, 1949.

4. Double Indemnity, Billy Wilder, 1944.

5. The Maltese Falcon, John Huston, 1941.

6. Touch of Evil, Orson Welles, 1958.

7. Strangers on a Train, Alfred Hitchcock, 1951.

8. The Big Sleep, Howard Hawks, 1946.

9. Notorious, Alfred Hitchcock, 1946.

10. Ace in the Hole, Billy Wilder, 1951.

11. I am a Fugitive from a Chain Gang, Mervyn LeRoy, 1932.

12. The Killing, Stanley Kubrick, 1956.

13. Out of the Past, Jacques Tourneur, 1947.

14. Sweet Smell of Success, Alexander Mackendrick, 1957.

15. Shadow of a Doubt, Alfred Hitchcock, 1943.

16. The Night of the Hunter, Charles Laughton, 1955.

17. White Heat, Raoul Walsh, 1949.

18. Nightmare Alley, Edmund Goulding, 1947.

19. Laura, Otto Preminger, 1944.

20. The Set-Up, Robert Rise, 1949.

miércoles, 6 de octubre de 2010

El excusado, inodoro, retrete, WC, flush, o como se quiera llamar


AL CONTRARIO DE LO QUE DICE LA HISTORIA, LA CIVILIZACIÓN NO COMENZÓ CON EL FUEGO, LA RUEDA O LA ESCRITURA, SINO EL DÍA QUE EL HOMBRE PUDO DESHACER SUS HECES PARA NO VERLAS MÁS. ESTA NECESIDAD HA ACOMPAÑADO SIEMPRE AL HOMBRE Y PARA SATISFACERLA SE HA VALIDO DE SU IMAGINACIÓN, INVENTANDO TODO TIPO DE ARTEFACTOS Y SISTEMAS.

Cuando el hombre era nómada “se hacía” donde el aparato digestivo se lo demandaba. Luego, cuando se volvió sedentario se encontró con la necesidad de encontrar un lugar en el cual pudiera deshacerse de sus excreciones que estuviera tan cerca como para que fuera cómodo, accesible y práctico, pero lo suficientemente lejano para no padecer sus olores fétidos y su presencia incomoda.


Una de las primeras civilizaciones en dotarse de un sistema de eliminación de heces fue la cretense que, allá por el año 2000 a.C., diseñó un sistema a base de agua corriente y primitivos drenajes.


Sin embargo, durante los siguientes 3,500 años no se nos ocurrió otra cosa que la letrina, que consiste en un asiento con un hoyo que da a una fosa profunda hecha en la tierra a la que se le agrega cal para degradar lo ahí depositado; ésta se construye fuera de las casas y lo más alejada posible para sólo padecer los olores cuando se hace uso de ella. Así que en estos recintos es imposible permanecer más de lo necesario y obviamente en ellos ni siquiera se puede leer una revistilla. Lo más increíble es que aún en nuestros días se sigan usando no sólo en las zonas rurales, sino también en las urbanas.


Tampoco tuvimos otra idea más genial que las diferentes versiones de la bacinica –con silla integrada o sin ella, con tapa, fabricada en oro, hecha de madera, de piedra, de cerámica, etcétera. Cuando las ciudades no tenían drenaje ni agua corriente, la gente defecaba y orinaba en ella y al grito de “!Aguas!” arrojaba a la calle sus desperdicios. Recordemos que nuestros abuelos y bisabuelos aún tenían una bacinica debajo de su cama, ya que en la recámara, por lo que salir en la noche era menos que impensable.


Uno de los primeros modelos de inodoro –por decirle de alguna manera- era una versión de la letrina, que en vez de desembocar hacia un hoyo en la tierra, lo hacía en un canal con agua corriente como en los baños del convento de los monjes carmelitas del Desierto de los Leones.


Fue en 1596 en la Inglaterra de Isabel I cuando su ahijado Sir John Harrigton –que además era poeta- inventó el primer inodoro, un artefacto que a través de un tanque de agua, una válvula de descarga, un asiento y un desfogue al drenaje conseguía confinar los olores y llevarse las heces. El primer inodoro fue construido e instalado en el palacio de Richmond para el uso exclusivo de su madrina, quien se negó a darle patente por considerar que se trataba de un invento “indigno de un noble”. Pero la verdad de las cosas es que para que prosperara dicho invento la Reina hubiera tenido que construir una red de drenaje en Londres, algo poco menos que imposible en esa época.


El inodoro que conocemos actualmente es una versión sofisticada y depurada del de Sir John Harrington, quien bautizó su invento como Ajax, aunque en realidad tiene una gran cantidad de apelativos: muchas personas lo conocen como WC, apelando al sistema de la trampa de agua –water closet-, otras como inodoro –denotado su anti-aromático objetivo-; los españoles le llaman retrete –una palabra de origen provenzal- y los ingleses le llaman coloquialmente John en honor a su inventor.


La primera patente del retrete fue inglesa y se le otorgó a Alexander Cummings en 1775, quien lo empezó a comercializar. La primera generación de inodoros estaba cargada de decoraciones y adornos que eran parecidos a los de las vajillas, los que hacían del mismo una pieza de auténtico lujo. Poco después Thomas Crapper mejoró e industrializó los excusados entre 1861 y 1904 registró nueve patentes relacionadas con el artefacto.


Sin embargo, desde principios del siglo XX el excusado se le ha visto como un artefacto funcional y a diferencia de los primeros modelos, que estaban diseñados para presumir su belleza como muebles, los esfuerzos se han encaminado a hacer de él una pieza de alta tecnología. Las innovaciones van desde los asientos precalentados y caja de agua visible –empotrada en la pared- hasta sistemas asistidos en los cuales hay chorros de agua entibiada dirigidos a placer que le evitan al usuario meter las manos: “!No cabe duda que la ciencia avanza que es una barbaridad!”